La administración del presidente Obama trabaja en un proyecto que busca la implementación de un internet “fantasma” y sistemas de telefonía móvil que permitan a los disidentes a evadir la censura de regímenes dónde exista una dictadura. El objetivo es crear redes independientes de teléfonos móviles en algunos países.
Las redes de comunicación permitirán a los activistas de países como Irán, Siria y Libia comunicarse con el exterior sin que el gobierno de aquellos países pueda ejecutar cualquier acción para detener la comunicación.